El envejecimiento exitoso es considerado como un concepto que abarca, trasciende y supera la buena salud. Está compuesto por un amplio conjunto de factores biológicos, psicológicos y sociales, donde se identifican condiciones de salud, funcionamiento físico, alto funcionamiento cognitivo, afecto positivo y participación social.
Aunque no exista un criterio único para calificar de exitoso el envejecimiento, básicamente se trataría de llegar a las edades más avanzadas con plena salud física y psicológica y con un funcionamiento general adecuado.
Todas estas condiciones multidimensionales también aparecen en el concepto «popular» de envejecer bien que las propias personas mayores tienen y ello está extendido entre distintos países y culturas (Bowling, 2006; Fernández-Ballesteros et al., 2008)
En este sentido, se puede decir entonces que el proceso de envejecimiento no solo se refiere al paso de los años, existen diversas circunstancias que tienen que ver en la forma como se experimenta la vida, aquellos momentos en que se disfruta y se siente satisfacción con lo que se hace y con los logros obtenidos a lo largo de los años. Asimismo, se tienen en cuenta todos aquellos hábitos de vida saludable y los conocimientos adquiridos durante cada etapa del ciclo vital del ser humano.
Diversos estudios científicos han demostrado que tener unos adecuados hábitos de vida, practicar ejercicio, cuidar la nutrición, mantener la mente activa, seguir aprendiendo, relacionarse y tener un proyecto de vida personal, contribuye a alargar la vida no solo cuantitativamente, sino lo que es más importante, haciéndola más útil y placentera.
Es por ello, que cada vez resulta ser fundamental estimular y promover un envejecimiento exitoso en cada una de las etapas del ciclo vital y adoptar una nueva perspectiva de vida, no sólo durante las edades más avanzadas, sino a lo largo del transcurso de la misma.
Teniendo en cuenta las anteriores aproximaciones al concepto de envejecimiento exitoso, la Fundación Berta Arias de Botero le apuesta a la participación activa de las personas mayores en programas y actividades de carácter social, siendo éste uno de los factores que intervienen en esa manera exitosa de envejecer, pues las capacidades y habilidades que se desarrollan a través de esta participación, el apoyo social y la compañía que proporciona, las posibilidades de hacer que las personas se sientan útiles mejorando al mismo tiempo su propia autoestima, entre otros, son algunos de los beneficios que la participación social puede aportar a las personas mayores mostrándose como un factor de resistencia ante una vejez dependiente.
Fue así, como un grupo de residentes pertenecientes al Centro de Bienestar al Anciano San Bernardo ubicado en el municipio de La Estrella (Ant.), tuvieron la oportunidad de participar en un proceso de formación propuesto por la Institución Universitaria Salazar y Herrera, a través del “Programa del adulto mayor y la familia”, el cual está dirigido a la búsqueda de un objetivo de vida productivo y humanizado, la generación de espacios intergeneracionales y de inclusión social, que permitan visibilizar una cultura del envejecimiento con calidad de vida. El pasado 29 de Noviembre los residentes obtuvieron su diploma de graduación a través de un acto conmemorativo, en el cual certifican su participación en la “Cátedra de la Experiencia y la Familia: Gimnasia Cerebral”, para todos ellos unas sinceras felicitaciones por los logros obtenidos.
Esta experiencia permite recordar una vez más que la participación de las personas mayores en actividades y programas de carácter social juega un papel fundamental en la prevención de la dependencia, en la medida en que contribuyen a la construcción de una red de apoyo social, impulsan la motivación y fomentan la autoestima de este grupo poblacional, promoviendo así un envejecimiento exitoso.
Realizado por:
Nora Carolina Bolívar Santamaría
Directora CBA San Bernardo